Análisis imagen



La fotografía que me tocó analizar se llama Pepper nº 30 y fue capturada por Edwar Weston.


Edwar Weston nació en 1886 en Estados Unidos. Se desarrolló como fotógrafo a lo largo del siglo xx. Fue un gran referente de la fotografía moderna y uno de los fundadores del grupo F/64, quienes se dedicaban principalmente a la fotografía directa, sin intervenciones, yendo en oposición al pictorialismo. Trabajó en distintos géneros, incluyendo, retratos, desnudos y naturaleza muerta.

Su estilo se caracteriza por realizar fotos en primer plano, en blanco y negro, de temas naturales, sencillos, dando como resultando cosas fuera de lo común, imágenes abstractas. Él se enfocó en transformar lo común en algo totalmente inusual. 


En los años 20, Edwar Weston se instaló en México, donde trabajó sobre paisajes, desnudos y fue evolucionando su mirada hacia objetos más corrientes que les llamaba la atención, como su obra Retrete, 1925. En 1927 regresó a California y comenzó a adentrarse en lo que después fueron sus series sobre pimientos. Estuvo durante varios años experimentó con la luz y las texturas hasta lograr la fotografía Pepper n° 30, que sin dudas fue un punto culmine en su carrera.


 En palabras de él: “Logré un gran negativo: ¡Con mucho el mejor! Es un clásico, totalmente satisfactorio: un pimiento, pero mucho más que un pimiento; abstracto, totalmente divorciado del sujeto aparente. No tiene atributos psicológicos, no despierta emociones humanas. Este nuevo pimiento lleva un paso adelanta a la mente consciente. Ciertamente, mucho de mi trabajo tiene esta calidad, pero este […] tiene una realidad interior absoluta, con un claro entendimiento y una revelación mística. Es una «presentación significante», es decir, una presentación que pasa a través del ser intuitivo, a través de los ojos de uno no con ellos”

 

La imagen analizada es un retrato de un pimiento, tenemos un primerísimo primer plano de este. Dado al encuadre tan cerrado y su iluminación,  puedo hacer una analogía con esta imagen e interpretar que son dos cuerpos que se abrazan entre sí.  Contradiciendo un poco al autor, yo pienso que esta fotografía si tiene una carga emocional. Uno de los puntos que más destaco de esta foto, es su textura. Se ve con tanto detalle, tan suave y porosa,  que parece como si estuvieran respirando. Me asombra la escala de grises que parece infinita, hay un gran juego de luces y sombras que generan un contraste que ayuda a profundizar todas las curvas que fluyen de forma orgánica. 

Según lo que investigué, la foto fue tomada por una cámara fotográfica de placas, Commercial View de Ansco, con una distancia focal de 21mm, en formato fotográfico de 8×10 pulgadas. Edwar buscaba que todo el pimiento esté en foco y con muchos detalles, y para eso necesitaba una abertura de diafragma muy pequeño y también una velocidad muy lenta para obtener más luz. Tuvo que construir un objetivo con una abertura de f/240, ya que f/64 no le alcanzaba para que todo esté en foco. Dejó la cámara entre cuatro y seis horas con el obturador abierto para que la luz vaya quemando el negativo. Probó distintas formas y superficies para colocar el pimiento, pero ninguna le satisfacía, hasta que se le ocurrió utilizar un embudo de estaño, dándole así un fondo indefinible, curvo. Gracias a esta táctica, logró conseguir el resultado que tanto había buscado

Por un lado me sorprendió mucho la idea del embudo, pero a la vez, me esperaba algo así. Intenté primero, sola, imaginarme una planta de luces pero me fue muy difícil identificar de dónde venía la luz. También me asombró que haya sido todo con luz natural, me imaginaba lo contrario.

A lo largo de toda esta investigación me fui sorprendiendo cada vez más. Me motiva saber toda la perseverancia y constancia que tuvo el autor para llegar a esta obra. Sin dudas me parece una foto superlativa. Me conmueve y me parece que artísticamente es muy destacable, un claro ejemplo de que desde las decisiones de cámara, algo simple puede terminar siento una gran obra de arte.


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